Mamá, Papá y yo en la playa…
Una aventura especial contada por un ser especial.
Primera Parte
Pues Papá estaba más activo de lo normal. Tomó el saco que el le llama “la mochila del nene” y comenzó a sacar cosas que tiraba en el lugar donde tiran las que ya no quieren. Pero se las lleva el monstruo que viene en la noche con dos humanos y su boca está en la parte por donde yo hago pupú. Hace mucho ruido, y todos en la cuadra le gritamos que se vaya, que no lo queremos, que deje las cosas de nuestros amos, pero se las llevan. Pero sí, Papá estaba haciendo cosas con “la mochila del nene”. Algo me decía que era mía, pero no estaba seguro. Le colocó mis juguetes dentro, ese líquido que me pone en el cuerpo para que los animalitos no me den picor, puso mi perfume, ¡mi perfume!
Eso significaba que íbamos a salir en el coso ese que se mueve y hace ruido que Papá utiliza cada vez que se va. Puso un plato mío, puso premios, de esos que me dan por obedecer, y hacer las cosas que me piden. Puso una cosa que no sé que es, pero el me dijo que era para que el sol no me quemara. Puso lo que Papá me da cuando me duele algo, y lo supe por su olor, pero también llevó lo que me da cuando los animalitos me pican y me duerme la boca. ¡Echó la cosa que me pasa cuando me mojo! La detesto, no quiero que me toque, pero Mamá y Papá son muy fuertes y me la…